Meditación Budista Tonglen
La meditación Budista vive en el aquí y el ahora, gira en torno al presente, como es sabido la mayoría de las personas tienden a vivir una vida basada en el pasado, o todo lo contrario mirando siempre al futuro y no concentrándose en vivir el presente, en la meditación Tonglen se consigue el poder del pensamiento presente, nos convierte en el dueño de nuestra mente, dejamos de ser los esclavos de pensamientos y emociones pasadas, para ello debemos conectarnos desde el alma.

Tonglen representa el poder conectarse desde el alma con el sufrimiento nuestro, así como el de nuestro entorno, es la manera de verse cara a cara superando el miedo hacia el sufrimiento, una manera de despertar también la compasión, ya que se puede comenzar por aquello que uno mismo está sintiendo, además de cómo están sintiendo las otras personas en ese mismo momento, en ambos casos se está sintiendo exactamente el mismo dolor, la misma miseria, las mismas frustraciones, una fuerte ira o deseos de venganzas.
El budismo revierte la lógica usual de evitar el sufrimiento y buscar el placer, en este tipo de meditación se enfrenta el miedo, logrando liberamos de el, comenzamos a sentir amor por nosotros mismos y por los demás, enviándoles todo aquello que les de alivio y felicidad, como nos enseñó buda, comenzamos a ocuparnos de nosotros mismos y de los demás.
Enseñanzas de Buda
Buda nos enseña que la mente representa una cadena de emociones y reacciones y allí nos quedamos dando vueltas mientras dejamos de experimentar lo verdaderamente valioso y el significado real de la vida, la mente por momentos no diferencia entre lo real y lo que es nuestro dialogo mental, todo se traduce en pensamientos, emociones, sensaciones, sentimientos incluso se conecta con situaciones semejantes del pasado y en cómo nos fue en esas situaciones pasadas, ocurre siempre y muy rápido.
Luego vienen las acciones y estas nos traen reacciones y allí entramos en el ciclo del karma, al mismo tiempo nos estamos perdiendo justamente de este momento presente y real, el que estamos viviendo aquí y ahora ya que se ve opacado por todos ese conjunto de pensamientos, desconectándonos totalmente de momento presente.
Buda dejo específicas recomendaciones en este tipo de meditación, en propiciar el acercamiento y contacto directo hacia la belleza de la naturaleza buscando el lugar indicado para la meditación, sentándose directo en el suelo o para más comodidad sobre un cojín zafu al aire libre, acompañado de la naturaleza pura, para así lograr la tranquilidad, es una meditación muy contemplativa e iluminada que busca una liberación profunda del sufrimiento de la existencia, de la conciencia individual para alcanzar el nirvana.
Nirvana: una condición donde no hay tierra, ni agua, ni aire, ni luz, ni espacio, ni límites, ni tiempo sin límites, ni ningún tipo de ser, ni ideas, ni falta de ideas, ni este mundo, ni aquel mundo, ni sol ni luna. A eso, yo lo denomino ni ir ni venir, ni un levantarse ni un fenecer, ni muerte, ni nacimiento ni efecto, ni cambio, ni detenimiento: ese es el fin del sufrimiento.
UDANA VIII – 1
La práctica del tonglen se basa en superar el miedo que tenemos al sufrimiento, esto ocurre conectándose directamente con el mismo sufrimiento, se empieza reconociendo el dolor por el que pasa una persona que queremos brindarle ayuda, en la medida que se va entrando en la profundidad de la meditación, cuando se suelta el aire se le va enviando felicidad y tranquilidad para que alivie su pesar y cada vez que respiramos recibimos ese dolor de esa persona, de esta manera se va abriendo su ser a la relajación y recepción del cambio que le estamos enviando.
Durante este proceso puede pasar que quien hace la meditación se enfrenta sus propios miedos o cualquier pesar personal, es esa sensación lo que incita al meditador a aprender a practicar el tonglen utilizando todos los métodos necesarios para conectarse con el propio dolor o el de otras personas, eliminando la propia armadura y dureza del corazón que utiliza como protección ante situaciones emocionales.

En estos tiempos difíciles es una manera de poner en práctica y cultivar la compasión, tanto para nosotros mismos como para los demás, el tonglen podría entenderse como algo que va en contra de lo que usualmente es lógico, mientras algunos le huyen al sufrimiento, la práctica del tonglen se acerca y lo enfrenta, liberándonos de una prisión que nos ha acompañado por siglos, es una manera de sentir verdadero amor hacia los demás y empezamos a hacer algo profundo por nosotros y por los demás al mismo tiempo.
Tonglen es una herramienta milenaria budista que nos conecta con la dimensión más alta y abierta de nuestro ser, se va transformando esa sensación de miedo a sufrir en algo que carece de importancia.
El significa del Tonglen es que usted puede ayudar a personas que sufren alguna enfermedad, que les queda poco tiempo de vida e incluso puede ayudar a superar el inmenso dolor que viven personas que acaban de perder un familiar, puede ayudar a personas que no conoce pero ve sufrimiento en ellas y que acaba de ver mientras va caminando por la calle o en una estación del metro, instantáneamente usted puede respirar todo ese sufrimiento y enviarle consuelo y sosiego, también podría simplemente hacer lo que todo el mundo hace y voltear a otro lado, como si nada y huyendo de su propio enojo.

Los cambios que proporciona el tonglen, es que Usted contra toda lógica, puede usar lo que parece veneno (sufrimiento) como la propia cura, utilizando su propio dolor personal como la herramienta al camino de compasión hacia todos lo que le rodean.
Beneficios de la meditación Tonglen en la crisis actual
En el budismo tibetano la palabra tonglen se traduce en tomar y dar, por medio de la respiración tomamos el dolor y con las exhalaciones nos liberamos del sufrimiento, como hemos dicho antes, tanto del pesar propio, como el de los demás.
Justamente ahora durante la pandemia en este proceso de auto aislamiento y sensación de soledad, en los que nos hemos visto sometidos, el beneficio de la meditación tonglen es que no necesitamos estar en el mismo lugar o habitación de la otra persona para realizar esta práctica, aquí es donde adquiere poder esta meditación porque podemos usar todo este sufrimiento generalizado para revertirlo en serenidad y amor en tiempos de estrés.
De alguna manera está despertando la empatía y podemos usar la compasión entre unos y otros para apoyarnos y enfrentarnos mejor y juntos a estos momentos inciertos, muchas veces la ayuda recibida de otros, fue la única alternativa que tuvieron para seguir con su vida.
Es un beneficio el poder alcanzar un equilibrio sano de dar y recibir a nuestro entorno, haciéndonos cargo de las penas propias y ajenas, cada persona empáticamente dando con todo su amor desde donde puede y cada persona recibiendo ese amor y equilibrio espontaneo donde quiera que esté.
¿Se puede desde nuestros pensamientos sanar el dolor ajeno?
En esta práctica compasiva del tonglen existe una transmisión de energía hacia otra persona, en el budismo la mente es energía luminosa que se manifiesta en todos los mundos y estados que vivimos y viviremos, posee una dimensión tántrica, cuando dejamos de sentirnos como energía separada del resto y unimos nuestra propia energía con la de los demás, se crea una conexión automática, y es natural sentir con más facilidad el sufrimiento de los demás y se incrementa nuestro deseo de ayudar, es una forma de alquimia de la compasión.
